Culiacán Sin.- Aprendizaje empírico, y un gusto por la realización de manualidades en su familia, han alentado a Jessica y a su mamá a fabricar con sus propias manos muñecas de trapo llamadas Rossber. El cuerpo de manta, cabello de estambre, rostro pintado a mano y prendas de distintas telas, son los componentes de cada pieza.
Jessica Uriarte tiene 24 años, es originaria de Sinaloa de Leyva y apenas concluyó la licenciatura en Nutrición. De momento trabaja en el centro de atención al cliente para una empresa, pero su verdadera pasión está en la elaboración de las muñecas que realiza junto con su madre.
La primera muñeca que decidió crear fue para un reglo de cumpleaños de su sobrina. Quería hacer una muñeca de trapo con sus propias manos, ya que no es muy común en estos tiempos encontrarlas en venta.
Fue en el cumpleaños de mi sobrina Daniela que le dije a mi mamá que le quería hacer una muñeca de trapo; yo no veo este tipo de muñecas en las tiendas, ya no son comunes y por eso decidí hacerle una con ayuda de mi mamá. Ella sabe hacer ropa y con los sobrantes de tela que tenía le hicimos el vestido, yo compré la manta y le hice la cara con botones
Jessica
Fue ahí donde Jessica y su mamá vieron la oportunidad de hacer muñecas para vender, las cuales no sólo estarían disponibles en Sinaloa de Leyva y en Culiacán, sino en toda la República Mexicana.
Fue la primera que hice, no me quedó muy bien pero luego les empecé a pintar las caras sobre la manta con pinturas textiles
Jessica
En cada muñeca hay dedicación, pues a estas artesanas les gusta dar calidad en cada detalle que compone su producto. Por día, entre las dos, logran elaborar dos muñecas completas. Sus rostros son pintados a mano por Jessica, quien se inspiró en una figura de Frida Kahlo en su visita a Tlaquepaque.
Mi mamá arma las piezas del cuerpo de las muñecas, además de coser los vestidos; yo relleno las muñecas, hago los zapatos, les pongo el cabello y les pinto la cara
Jessica
El conocimiento lo han adquirido de manera empírica tanto Jessica como su mamá, lo cual es algo que viene desde su abuela materna, pues ella les heredó ese gusto y habilidad.
No estudié, no aprendí en ninguna parte. Mi abuela se dedica a la costura, mi mamá también, a mí desde chiquita me ha gustado pintar y armar cosas. Sé peinar y maquillar, creo que por eso también se me ha facilitado pintar las facciones de las muñecas
Jessica
Las muñecas Rossber se venden en El Colectivo, junto con aretes hechos a manos por su mamá.
Los aretes los empezamos a hacer para nosotras, en lo que aprendíamos bien, pero mi mamá si le dedicó más tiempo y comenzó a venderlos en Sinaloa de Leyva y luego nos los trajimos a Culiacán al local de El Colectivo”, relató. “En un lapso de semana y media hicimos 10 muñecas, su venta inició en agosto de este año
Jessica
Ya ha realizado envíos a Coahuila y Ciudad de México, cuando recién empezó a mostrar su trabajo en redes sociales, y la contactaron de Los Cabos para pedirle hasta 10 muñecas y más después.
Mi mamá y yo, cuando vemos un curso para aprender a hacer cierta cosa, lo tomamos. Mi mamá vive aún en Sinaloa de Leyva y ahí dan muchos cursos de ITCATSIN, los cuales mi mamá siempre busca aprovechar
Jessica
Lo que sigue para las Rossber es mejorar en calidad y diseño, además de dar una mayor proyección al producto para después, con un mayor ingreso, poder donar un porcentaje de lo recaudado en ventas a alguna fundación que vele por la nutrición en zonas marginadas.
Estamos buscando hacerle mejoras a los diseños y elaboración de las muñecas, por ejemplo con el cabello: queremos ponerle pieza por pieza para que dure más, aunque sea más laborioso
Jessica
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Nos gustaría más adelante que la venta de las muñecas tengan una causa; ahorita hay muchas fundaciones que necesitan presupuesto y yo al estar cerca de Un Kilo de Ayuda me di cuenta de que siempre hay algo que podemos aportar
Jessica
Beneficio
Quieren donar un porcentaje de lo que ganen a buena causa por la nutrición
Cuidan cada detalle…
Sus rostros son pintados a mano por Jessica, quien se inspiró en una figura de Frida Kahlo en su visita a Tlaquepaque.
Dedicación
Jessica es nutrióloga, pero su verdadera pasión han sido esas creaciones hechas a mano
En su taller, Jessica continúa su detallado trabajo.
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